Tercera victoria consecutiva

Victoria del Irubat cadete B por 6-2 ante el San Prudencio. Un resultado quizá un tanto excesivo, pero los blanquiazules en los últimos 20 minutos mostraron una efectividad tremenda. Y eso que al descanso el partido marcaba un inquietante 0-0. El Irubat tenía la posesión del balón y tuvo la oportunidad más clara de gol en las botas de Alex, pero el portero rival atinó y sacó el balón. Los de Santa Lucía llegaron con claridad y prueba de ello fueron la cantidad de saques de esquina que botaron, mientras que los colegiales se acercaban con escasez. No llegaron los goles, pero el Irubat maduró a su rival haciéndole correr mucho en esa primera parte. El la segunda mitad el Irubat salió como una moto y en un abrir y cerrar de ojos consiguió sus dos primeros tantos obra de Abderramán que aprovechó una jugada tras un zapatazo tremendo de Eder que se estrelló en la cruceta del poste y Gorka, éste precioso tras una vaselina. Tras el 2-0 llegaron los cinco minutos tontos del equipo, que se relajó y no supo leer el partido en esos momentos. Como consecuencia de esa relajación llegaron dos goles en dos minutos del San Prudencio. El primero, de nuevo a la salida de un corner, igual que el gol encajado la semana pasada en Laudio; y el segundo tras una galopada de su delantero centro que culminó sólo ante David, que no pudo hacer nada por evitarlo. Menos mal que la caraja solo duró 5 minutos, pues Alex en un contraataque de libro puso de nuevo en ventaja al Irubat; y con la tranquilidad que dio el cuarto gol, obra de Abderramán tras culminar una buena asistencia de Gorka, el equipo jugó placer y aumentó la ventaja con otros dos goles más conseguido por Alex y por Iván, éste último tras un buen lanzamiento al borde del área grande. Victoria justa, merecida y tercera consecutiva en esta fase de consolación. Pero a estas alturas de año todavía hay cosas que mejorar, sobre todo en defensa. Esto no significa que tengan que mejorar solo los defensas, sino todo el equipo en tareas defensivas, sobre todo a la hora de defender las jugadas a balón parado.