El poder de "salir enchufados"

El Irubat infantil "B" fraguó su victoria por 1-3 ante el San Martín "B" en los inicios tanto de la primera parte como de la segunda. Los albiazules salieron superenchufados al partido al inicio de ambas partes. En ese espacio de tiempo marcaron los 3 goles, para luego jugar con más tranquilidad. La verdad es que la salida en tromba de los chavales dejó "helados" a sus rivales. Rápidas combinaciones en el centro del campo con pases en profundidad y remates certeros. En los primeros 8 minutos de partido, Eder batió por dos veces al portero rival. Y poco después pudo hacer un "hat trick", si no hubiera sido por el poste. El Irubat dominó el centro del campo y lanzaba rápidos contragolpes lanzados por Íñigo. Buen desgaste físico en esa primera parte de Armas e Iván, lo que impedía que ellos atrás jugaran con soltura. A los chavales del San Martín les costó prácticamente 20 minutos llegar con peligro a la portería de Pedrosa. Una vez que se sacudieron el dominio inicial, mostraron cierto peligro gracias sus dos delanteros, de una calidad alta, especialmente un chaval rubio que era la primera vez que se enfrentaba a los nuestros. Hubo que estar muy atentos atrás para no dejarle recibir, y si recibía, que no se diera la vuelta. La defensa estuvo excelente. Pese a ello, el San Martín creaba peligro a balón parado, especialmente en los corners, donde hicieron valer su mayor estatura. Con mucho esfuerzo, el Irubat conseguía mantener esa ventaja al descanso. Y nada más comenzar la segunda parte, el zarpazo definitivo. Nuestros chavales no se relajaron, como una semana antes, y salieron a por todas. Prueba de ello fue una jugada en el que Aitor, peleó un balón dentro del área rival y consiguió llevarlo a la red. Con el 3-0, el equipo aguantó bien las acometidas rivales, y pese al gol rival, en claro fuera de juego, no se pasaron excesivos apuros al final, aunque Javi tuvo que sacar magistralmente un uno contra uno que de haber entrado podría haber puesto en apuros a nuestro equipo. Muy buen trabajo de todo el grupo en un partido que no era nada fácil de ganar. Una prueba de madurez importante por parte de los chavales.